8 maneras eficaces de controlar los antojos de azúcar

Hasta cierto punto, estamos programados para querer azúcar. El cuerpo utiliza la glucosa como principal fuente de combustible, por lo que nuestro cerebro ha evolucionado para que le gusten los alimentos dulces.

Cuando consumimos a menudo alimentos dulces, el organismo se adapta a la necesidad de más azúcar. En otras palabras, cuanto más azúcar consumimos, más queremos. Al mismo tiempo, consumir demasiado azúcar puede provocar caries, diabetes de tipo 2, enfermedades cardiacas y otros muchos problemas de salud.

Se ha demostrado que el azúcar tiene en el cerebro efectos similares a los de las drogas. Se cree que los dulces vuelven hiperactivos a los niños. Esto se debe a que la glucosa se absorbe muy rápidamente y provoca una explosión instantánea de energía.

No se salte las comidas

La regla básica es intentar llevar una dieta equilibrada y variada y no saltarse las comidas principales. Si estamos constantemente desnutridos, el cuerpo acabará intentando compensar la falta de calorías de la forma más fácil para él, es decir, empezando a demandar los alimentos que le proporcionarán energía de forma instantánea. Es la energía que obtenemos al consumir hidratos de carbono rápidos, es decir, miel, helados, bollería y fruta dulce.

Inmediatamente después de comer alimentos azucarados, el páncreas libera insulina, el nivel de glucosa en sangre cae y el cerebro envía una nueva señal de hambre, al cabo de poco tiempo se vuelve a tener hambre.

Come suficientes proteínas, grasas saludables y fibra

La clave para normalizar los niveles de azúcar en sangre es consumir proteínas, grasas saludables y fibra, lo que evita que se libere demasiada insulina. Las proteínas que baten récords son la pechuga de pollo, el atún, la carne magra de vacuno, las alubias rojas y las lentejas. Los frutos secos, los aguacates y el aceite de oliva contienen grasas saludables.

Beber mucha agua

"Cuando tengas hambre, bebe primero un vaso de agua tibia": no sabemos a quién se le ocurrió este consejo, pero funciona. Con frecuencia se confunde el hambre con la sed. El agua aumenta la salivación y estimula el nervio vago, responsable de la saciedad, por lo que puede evitar comer en exceso y también reducir los antojos de dulces.

No elimines completamente los dulces de tu dieta y come alimentos fermentados

Mantén en tu dieta una pequeña cantidad de chocolate negro, preferiblemente que contenga al menos un 70% de cacao, así como bayas y frutas. Intenta ceñirte al umbral de las 150 calorías.

Si tienes antojo de chocolate, podría ser un signo de deficiencia de magnesio. El magnesio es esencial para más de 300 reacciones bioquímicas en el organismo. Ayuda a normalizar los sistemas nervioso e inmunitario, mantiene el corazón latiendo con regularidad y fortalece los huesos.

Llevar un estilo de vida saludable

La falta de sueño se asocia con comer en exceso, especialmente con el consumo excesivo de comida basura. Ajusta tus patrones de sueño: evita hacer ejercicio dos o tres horas antes de entrar en el reino de Morfeo, evita dormir más de 20 minutos durante el día, intenta levantarte y acostarte a la misma hora todos los días y guarda los aparatos electrónicos una hora antes de acostarte.

Incluir muchos hidratos de carbono complejos en la dieta

Hay muchas razones por las que nos gustan tanto los dulces. Lo primero que probamos en nuestra vida es la leche materna dulce, porque contiene azúcar de la leche (lactosa). El azúcar es un hidrato de carbono simple, pero los hidratos de carbono también pueden ser complejos y se encuentran en los cereales integrales y las verduras.

Estos también acaban transformándose en azúcares simples, pero el proceso dura más tiempo, por lo que te sentirás saciado durante más tiempo.

Evitar los edulcorantes artificiales

Evita los edulcorantes artificiales como la sacarina y la sucralosa, que se ha demostrado que aumentan los antojos.

Intenta no alterarte por nada

¿Alguna vez te has preguntado por qué te apetece un bocado de helado después de un día duro? Los científicos creen que puede tener algo que ver con tus niveles de serotonina. La serotonina ayuda a regular el estado de ánimo, por lo que es lógico que nuestro cuerpo la necesite cuando estamos ansiosos, estresados o deprimidos.

Sabemos que es más fácil decirlo que hacerlo, pero una gestión consciente del estrés puede ayudar a frenar los antojos de dulces. Los expertos sugieren practicar yoga, meditar, escuchar música relajante o aprender otras técnicas de relajación.

Si te sientes mareado o tienes un antojo crónico de dulces, debes consultar a un médico, ya que estos síntomas pueden indicar un problema de salud como una hipoglucemia (baja concentración de glucosa en sangre).

Tu valoración: ¿Qué te ha parecido el artículo?

Compartir es divertido:

Go up