Cómo afecta la música al estado de ánimo y al bienestar

La música no cura todos los problemas de salud, pero puede ayudarle a mejorar su estado de ánimo, combatir el estrés y controlar el dolor.

1. Estimula diferentes zonas del cerebro al mismo tiempo

El cerebro procesa el sonido en la corteza auditiva. Se encuentra en el lóbulo temporal. Las señales llegan hasta aquí a través de los oídos, se convierten en información y desencadenan algún tipo de reacción. Por ejemplo, cuando oímos un bocinazo repentino de un coche, miramos reflexivamente a nuestro alrededor porque esperamos un peligro.

La música no es una excepción. Pero a diferencia del ruido, al escucharlo se activan otras partes del cerebro que están muy alejadas de las tareas puramente auditivas. También afecta a las áreas responsables de las emociones, la memoria y el movimiento. Esta última, por ejemplo, hace que la gente se balancee al ritmo de la música. Y la piel de gallina de las canciones aparece porque implica a las mismas zonas del cerebro que son responsables del placer del sexo y la buena comida.

Además, la música es un buen entrenador para el cerebro. Compara constantemente las señales del entorno y hace predicciones. Cuando escuchamos música, nuestro cerebro suele hacer predicciones: anticipa la siguiente nota e intenta seguir patrones rítmicos. Por regla general, las composiciones están difícilmente estructuradas y siempre presentan sorpresas.

2. Regula las emociones

El cerebro humano es un mecanismo de empatía. El sistema de neuronas espejo es el responsable de este proceso. Por eso, en particular, cuando vemos a una persona triste, experimentamos emociones similares.

El mismo mecanismo permite a los humanos captar el estado de ánimo de una pieza musical. Además, el cerebro también es capaz de distinguir entre melodías mayores y menores. Los estudios demuestran que una canción alegre hace que la gente se sienta más feliz. Pero eso no significa que debas eliminar todas las baladas tristes de tu lista de reproducción.

También pueden proporcionar placer y permitir una liberación indolora de las emociones negativas. El mismo efecto se observa al escuchar rock pesado.

3. Ayuda a combatir el estrés

La hormona cortisol es responsable de los niveles de estrés. En conjunción con el sistema nervioso simpático, desencadena muchas reacciones fisiológicas, como el aumento de la frecuencia cardiaca, la subida de la tensión arterial y la producción de adrenalina.

La música puede ayudarle a afrontar el estrés, independientemente del género. En primer lugar, reduce los niveles de cortisol. En segundo lugar, ayuda a distraerse de los acontecimientos y pensamientos negativos.

Junto con la capacidad de regular las emociones a través de mecanismos de recompensa, las melodías proporcionan alivio. Otro estudio que evaluaba los efectos de la música en las personas que acudían a locales de comida rápida descubrió que puede proteger contra el exceso de comida, que es también uno de los marcadores del estrés.

Cuando busques música para prevenir el estrés, es importante elegir una melodía con el ritmo adecuado. El sentido del ritmo es un proceso biológico del tronco encefálico. Los humanos tendemos a sincronizarnos con señales repetitivas. Por eso, por ejemplo, cuando dos personas caminan, tarde o temprano, empieza a caminar al ritmo de su compañero. Las canciones también recorren el tronco encefálico, así que puedes escuchar una melodía tranquila para calmarte.

4. Aumenta la productividad

Tanto física como mentalmente. La música en el gimnasio distrae de la fatiga y aumenta la resistencia. Es el efecto del ritmo en el cuerpo: el cuerpo se sincroniza con la melodía e intenta seguir el tempo.

El método LSO puede utilizarse para regular el rendimiento mental. Consiste en escuchar un ritmo progresivamente más rápido de una pieza musical antes de abordar una gran tarea. Los musicoterapeutas dicen que así uno puede ponerse en modo de trabajo, aunque se despierte cansado.

Además, la música distrae de los estímulos externos. El cerebro está programado para prestar atención a cualquier estímulo que le rodee. Esto ayudó a los antepasados humanos a sobrevivir. Aunque esté concentrado en una tarea importante, su cerebro se distraerá con algo insignificante, como un ruido fuera de la ventana o el tic-tac de un reloj.

5. Puede reducir el dolor

Muchos estudios demuestran que la música puede proporcionar alivio en el postoperatorio. También puede ayudar con el dolor crónico. El secreto reside en que las melodías afectan simultáneamente a muchas partes diferentes del cerebro. Por ejemplo, estimulan la producción del neurotransmisor dopamina, que a su vez tiene un efecto analgésico.

Dicho esto, no sobreestime el valor de la música y la sustituya por un tratamiento completo. Sólo puede utilizarse como terapia de apoyo.

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